ORIGEN DE UNA TRADICIÓN
Los vetones fueron el conjunto de pobladores prerromanos de cultura celta que habitaban sobre el primer milenio entre los ríos Duero y Tajo. Hoy en día las provincias de Ávila, Salamanca y Cáceres, parte de Toledo y Zamora y el oriente de Portugal.
En la cultura celta, la festividad del ciclo del solsticio de invierno recibía el nombre de Yule, y designa el momento en el que la rueda del año está en su punto más bajo preparada para subir de nuevo, celebrándose así, la muerte de un ciclo y el nacimiento de otro. Dejando atrás la estación oscura y avanzando hacia la luz.
En el Yule los celtas quemaban un tronco seco escogido el año anterior durante 12 horas, como símbolo de renacimiento, de luz y de vida. También adornaban los árboles sin hojas con lazos y guirnaldas. (Origen de la tradición del árbol de navidad)
La espiral simboliza el crecimiento espiritual del ser, así como también la reencarnación y la fuerza vital.
Está ligado al sol, pues representa su ciclo en el cielo, desde el amanecer hasta el atardecer,
Influye mucho la posición hacia la cual gira la espiral: si es a la izquierda es atribuido al solsticio de verano, pero si gira a la derecha representa al solsticio de invierno.
Los romanos celebrarían en estas fechas las saturnales y ya en la Edad Media, la Iglesia hizo coincidir este tiempo con el nacimiento de Cristo.
De estas celebraciones se mantienen en nuestros días la festividad de Yule y la Navidad.
Por tanto, desde el hotel Tía Margot, os deseamos
Un feliz SOLSTICIO,
Una feliz NAVIDAD y
Un buen AÑO.